En esta noche oscura de silencios, de un ruido de la nada, de una pausa mirada a través de mis ojos, que se configura como un tema melancólico de jazz, del que te hace temblar la garganta y te da ese brillo aguado en los ojos.
La costumbre muchas veces aniquila el nacimiento de las lagrimas de una nueva herida, esa tendencia a ser en cierta manera un peldaño de una escalera de otras historias, un paso más, un plus para la tranquilidad de mentes. Acostumbrada a ser una escalera, olvidando el dolor de ser solo un paso de situaciones apresuradas, pues ser escalera no es estable de situaciones, no serviría de nada quedarse esperando en una escalera, es una pérdida de tiempo, siempre está esa curiosidad por saber que hay más arriba. Una escalera que aveces desearía ser un balcón o un pasillo, al menos asi vería mejor las cosas.
Aun así, esta imagen no puede mostrarse frágil, por razones de seguridad he tenido que aprender a actuar, a ser una actriz con personajes que ni siquiera tienen en cuenta sus roles, soy la tramoya y el director escénico de esta pequeña farsa, de este dialogo irónico que intenta no olvidar retirarse de las escenas sin que se nos olvide algo, que no se nos quede la dignidad en las tablas, que no se nos suicide la imagen en una asfixia del orgullo.
Les presento mi gran estafa, mi gran "cirque du soleil" en blanco y negro, en donde la historia se escribe entre lineas, en donde se está prohibido llorar y reir en exceso, éste es el grito de auxilio en versión muda, este es el intento de seguir aqui, es aferrarse a este contexto que se nos presenta tan extraño, distante e ilógico. Esta es la locura tomada como última medida, es mi último recurso, es mi psicoterapia, es una droga de realidades... una salida de emergencia.
1 comentario:
Y saliste?
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