A lo menos puedo asegurar tu existencia, puedo asegurar que estás respirando en este momento, quizás con los ojos abiertos o tal vez durmiendo. Tal vez te cuestiones lo mismo que yo al caer la noche y mirar el techo, tal vez tengas esos silencios melancólicos entre las multitudes o estos arranques de escribir sin saber que saldrá.
No sé con que letra comienza tu nombre, ni tampoco sé si fumas, si eres bueno para el ajedrez o si te gusta the police o los beatles. El juego del tiempo y de la imaginación como dice ese señor con acento extraño, como si este presente fuera un adelanto del futuro, como si la vida decidiera esperar un tiempito más, quizás para mejor, quien sabe.
Hay un espacio vacío en esta vida, es la pieza del puzzle que falta, es el vaso medio lleno, es esa sensación de... es esto mismo que estamos esperando, sé que pensamos lo mismo y que lloramos, y nos enrrabiamos por ser tan ocultos y no accidentarnos (al parecer nos agrada lo complicado). Ha de ser muy bueno entonces lo que traen estas palabras, por eso me quedaré con aquel sabor de esperanza antes de darme por vencida. Quizás he dejado de sorprenderme este último tiempo, y te pido perdón por eso y también por los colores, esos que ya han perdido ese brillo de antes, pero en algún momento sé que todo esto cambiará y vendrán colores nuevos a alegrarlo todo, vendrás tú, mi inspiración anónima, estaré esperándote, porque estarémos y serémos; ya sea en este tiempo terrenal o en un tiempo sin tiempos, de esos que no salen en los libros de física cuántica ni en los de historia.
